Fue mediante las labores de reciclado material y valorización energética, cómo las cementeras españolas consiguieron evitar que todos esos residuos acabaran en vertederos.
El informe presenta un estudio comparativo pormenorizado de los costes de gestión de residuos municipales en vertedero. Se detallan dichos costes tanto por comunidades autónomas como por países europeos.
Las conclusiones revelan que España, que presenta un coste medio de 49 euros por tonelada, tiene todavía mucho camino por recorrer si quiere alcanzar a países de nuestro entorno que prácticamente han conseguido reducir los vertidos de residuos a cero. En países como Alemania, Suecia o Polonia se puede decir que los vertederos han desaparecido y se penaliza de forma grave el envío de residuos a vertederos. Por ejemplo, en Alemania la penalización es de 140 euros por tonelada, mientras que en Suecia y Polonia es de 106,5 y 69,5 euros por tonelada respectivamente.
Según Dimas Vallina, director gerente de la Fundación CEMA, la implantación de tasas disuasorias es la forma más efectiva de mejorar tasas de reciclaje y lograr convertir los residuos no reciclables en recursos, en sintonía con las políticas de economía circular europeas en boga. No se puede olvidar que hoy por hoy España todavía envía a vertederos más de la mitad de los residuos que genera.
De todos los residuos que aprovecha la industria cementera española, se reciclaron 1,52 millones de toneladas como materias primas alternativas, que sirvieron para la preparación del crudo o como adiciones para fabricar cemento.
En España existen 33 fábricas de cemento, de las cuales 29 están autorizadas para el empleo de combustibles preparados a partir de residuos. En 2016, las cifras de recuperación energética de la industria cementera española fueron de 788.601 toneladas de residuos, que evitaron 688.000 toneladas de CO2, lo que viene a suponer un volumen parecido a las emisiones anuales de 588.000 vehículos.
En cuanto a la sustitución energética de combustibles fósiles por residuos, España se encuentra muy lejos todavía de otros países europeos líderes en protección ambiental. Mientras nuestro país arroja un porcentaje del 25,2%, Austria se sitúa en un 76,3%, Suecia en un 69%, Dinamarca en un 65,4% y Bélgica en un 50%.
El Instituto Cerdà, autor del informe, es una fundación privada independiente que asesora a los agentes públicos y privados sobre decisiones estratégicas para el desarrollo del territorio a través de la innovación y sostenibilidad.
Por su parte, la Fundación CEMA, que se encargó de su presentación, es una fundación pionera en la industria cementera europea en la que la patronal OFICEMEN y los sindicatos mayoritarios del sector trabajan juntos por la sostenibilidad del mismo.
