La acción de contaminar es aquella por la que se transmite a un entorno natural, una sustancia que puede perjudicar ese espacio, el hábitat o a los seres vivos en general, de forma directa o indirecta.

El acto de contaminar es exclusivo de los seres humanos. No existe registro de animales o especies vegetales que puedan crear un producto y derivar de sus componentes sustancias que contaminen un entorno.

El ser humano puede contaminar de múltiples formas. Las más generales son las siguientes:

  • Contaminación personal (residuos domésticos).
  • Contaminación profesional (residuos industriales).
  • Emisiones de gases contaminantes.

Consecuencias de contaminar

El acto de contaminar tiene importantes consecuencias a nivel global, que afectan tanto al planeta, como a todos los seres vivos:

  • Agujero en la capa de ozono.
  • Calentamiento global.
  • Cambio climático.
  • Degradación de los ecosistemas.
  • Enfermedades cardiovasculares en todos los seres vivos.
  • Enfermedades respiratorias en todos los seres vivos.
  • Lluvia ácida.

Cómo no contaminar

Ante los problemas que causa contaminar, gobiernos, empresas y la sociedad en conjunto, abogan por estrategias de no contaminación, cada vez más presentes en nuestro día a día:

  • Reciclaje de los residuos domésticos.
  • Uso de energías renovables.
  • Gestión ambiental en la ciudad.
  • Sistemas de reducción de gases contaminantes.
  • Control de contaminación en empresas.
  • Fomento de un desarrollo sostenible.
  • Fomento de una economía circular.