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La huella de carbono puede definirse como la cantidad total que se produce de gases de efecto invernadero o GEI.

Puede asociarse a un objeto, a una persona y también a una empresa. Calcular su valor y adoptar las medidas necesarias para reducirlo, ayuda a que vivamos en un entorno más sostenible.

Calcular la huella de carbono de una empresa

Es posible calcular la huella de carbono de los envases, la huella de carbono de los metales y también, entre otras, la huella de carbono de las empresas.

De hecho, existe una fórmula oficial para este cálculo que es la siguiente:

Huella de carbono = Datos de la actividad x Factor Emisión

Este fórmula en detalle significa que podemos hacer el cálculo, si multiplicamos el nivel de actividad de la empresa que genera la emisión de gases contaminantes, por la cantidad de estos gases que se ha emitido.

Además, tenemos que tener en cuenta que los datos de actividad pueden clasificarse en 3 niveles, las emisiones directas, las indirectas y otras.

Para poder hacer un cálculo exacto de la huella de carbono, escogemos un período de análisis (normalmente un año), identificamos los límites de la empresa y de sus operaciones y recogemos los datos de consumo.

Multiplicando los datos de actividad por los factores de emisión, obtendremos el cálculo detallado de la huella de carbono que genera nuestra empresa.

¿Cómo reducir la huella de carbono de una empresa?

El cálculo de la huella de carbono de una empresa es solo el primer paso para su futura reducción por la actividad empresarial.

Analizando los factores sobre los que podemos trabajar para mejorar nuestra eficiencia energética, conseguiremos reducir las emisiones y también los gastos relacionados.

Independientemente de la actividad empresarial, algunas de las acciones que ayudan, pasan por la inversión en energías renovables y la transformación energética de la compañía.

La promoción de campañas de sensibilización entre los empleados también ayuda a que todas las prácticas profesionales sean algo más sostenibles.

De forma oficial, la constitución de una estrategia de Responsabilidad Social Corporativa, que suele renovarse y/o actualizarse periódicamente, deja constancia de la voluntad de la empresa de aplicar los cambios necesarios, para que se realice de forma efectiva esta reducción de huella de carbono.

Reducir la huella de carbono significa no limitarse a reducir las emisiones

La reducción de emisiones ayuda a que la huella de carbono de la empresa cada vez sea menor, pero nuestras posibilidades no acaban aquí.

También es posible compensar aquellas emisiones en primera instancia inevitables  y hasta conseguir el objetivo de «cero emisiones».

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ofrece un registro voluntario a las empresas interesadas, donde es posible acceder a un listado de proyectos forestales, con los que sería posible obtener una compensación de los gases emitidos.

Con la inversión en proyectos de este tipo, la empresa puede lograr el objetivo de neutralidad y, en la práctica, que su actividad productiva no afecte negativamente al medio ambiente.