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La automoción eléctrica tiene muchas cosas que perfeccionar, por ejemplo su autonomía o el tiempo que tarda en recargarse. También se duda de la capacidad de reciclaje de sus baterías y es en este punto donde queremos detenernos.

¿Es posible reciclar la batería de un coche eléctrico?

Las baterías de los coches eléctricos están compuestas por metales como acero, litio, cobre, cobalto y níquel, aparte de los plásticos que suelen utilizarse para el aislamiento o electrolitos líquidos. Si fuera posible reciclar estas baterías supondría un efecto beneficioso para nuestra sociedad, un considerable ahorro de tiempo y dinero.

Lo cierto es que antes de que una batería de un coche eléctrico llegue a estropearse debe pasar una buena cantidad de años, pero a pesar de ello se detecta una clara necesidad de tener una estructura eficaz dedicada al reciclaje de este tipo de baterías.

Según una investigación del portal Electridrive realizada con varias baterías pertenecientes al BMW 1 3 en la empresa alemana Dusenfeld, este reciclaje es posible.

En primer lugar se procede al desmontaje de las baterías y su descarga. Acto seguido los empleados desmontan las baterías a mano, desde su zona exterior, las estructuras de sujeción, cables, circuito de refrigeración, etc.

Dusenfeld, al contrario que otras empresas no utiliza la descomposición térmica en un horno de alta seguridad, ya que la separación de los materiales en estas baterías resulta excesivamente complicada por este método. A tan elevada temperatura, que puede alcanzar incluso 500 grados, el electrolito se quema rápidamente.

La metodología que siguen es mecánica en lugar de utilizar temperatura. Esta empresa utiliza una trituradora de nitrógeno gaseoso, que evita las reacciones químicas que se dan con la descomposición térmica.

Esta técnica evapora en primer lugar el electrolito líquido y después lo recupera mediante condensación. Finalmente el electrolito acaba en un recipiente. La mezcla restante de materiales se separa finalmente con imanes o utilizando aire.

Mediante este procedimiento de trituración se pueden reciclar y reutilizar los metales ferrosos, no ferrosos y el polvo de litio que contienen estas baterías eléctricas, además de otro tipo de residuos como son el níquel, el manganeso y el cobalto.

Gracias a este proceso una gran parte de la batería eléctrica original se podría conservar para utilizarla posteriormente.

Esta fábrica alemana ha resultado pionera y ha demostrado que las baterías de coches eléctricos se pueden reciclar, respondiendo a la opinión de todas las voces que aseguran que un problema de la automoción eléctrica es que sus baterías son imposibles de reciclar.

En cualquier caso, sea útil esta técnica o no, lo cierto es que para los fabricantes el reciclaje de las baterías de coches eléctricos es todo un desafío. Y es que a medio plazo puede que todas estas baterías comiencen a estropearse y mediante su reciclaje se podría ahorrar mucho dinero y beneficiar a medio ambiente.