Mientras, se fabrican cada vez más productos electrónicos, cada vez más variados y complejos.
Toneladas de desechos electrónicos, entre los que se cuentan viejos ordenadores, televisiones, neveras y lavadoras, entre muchos otros electrodomésticos, se amontonan en vertederos de todo el mundo. Estos residuos contienen materias nocivas, que son peligrosas para la salud y para nuestro medio ambiente, y que son especialmente dañinos en los países desarrollados.
Reutilizar, reciclar y eliminar de forma adecuada los residuos electrónicos es todo un reto para cualquier país hoy en día. Es absolutamente necesario idear soluciones para los desechos electrónicos, ya que ello nos permitirá seguir beneficiándonos, minimizando los riesgos, de todos los servicios y ventajas que nos ofrece la tecnología. En estos términos se expresa Keith Alverson, director del Centro Internacional de Tecnología Ambiental del PNUMA, que se encarga de buscar las mejores formas para incrementar el reciclaje y la gestión de residuos.
Según una investigación desarrollada por este programa, la proporción de desechos electrónicos que se comercializan o descargan de forma ilegal en todo el mundo, está entre el 60% y el 90%.
Por supuesto, exportar residuos electrónicos es ilegal, pero es una práctica extendida. Existen convenios que arbitran el tránsito y la eliminación de este tipo de residuos, pero las mafias y las bandas criminales encuentran la forma de burlar las reglas, según señalan fuentes del PNUMA.
Sus tácticas incluyen declarar baterías desechadas como plásticos y otros residuos de RAEE como chatarra de metal.
Para conseguir un reciclaje adecuado de los desechos electrónicos, la ONU propone mejorar el reciclaje y que el proceso sea más formalizado. De esta forma podrán resolverse algunos de estos problemas y garantizar que en el futuro no nos quedemos sin metales.
En realidad, hasta el momento el aprovechamiento de los desechos electrónicos ha sido bastante escaso: solo la tercera parte de los metales que han sido sometidos a estudio tiene una tasa de reciclaje por encima del 50%. Este indicador se sitúa por debajo del 1% en el caso del 34 de los metales estudiados.
Si se consigue abordar el círculo completo, implantar sistemas de reciclaje, y hacer frente a la delincuencia organizada en el manejo de este tipo de residuos, tenemos una oportunidad de reducir la degradación del medio ambiente, usar menos energía, desperdiciar menos agua y evitar los efectos perniciosos para nuestra salud.
Una de las soluciones para luchar contra el manejo ilegal de desechos electrónicos pasa por recuperar los metales valiosos contenidos en los productos electrónicos. Esta medida puede reducir la cantidad de residuos, evitar los efectos negativos sobre el medio ambiente y crear empleo.
