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La toxicidad del plástico es una de las mayores preocupaciones que actualmente se plantea en el sector del reciclaje.

Además de su presencia y contaminación en entornos naturales, algunos de sus componentes también representan un peligro para la salud y, entre ellos, se encuentran los ftalatos.

¿Qué son los ftalatos?

Los ftalatos son compuestos químicos que se aplican sobre el plástico con el fin de modificar sus propiedades. Son llamados también «plastificadores» y entre sus características pueden aportar flexibilidad a un plástico duro.

Hay distintos tipos de ftalatos. El llamado DEHP (Di 2-etilhexil ftalato) es uno de los más conocidos, también porque es el que está más presente en productos cotidianos.

¿Dónde se encuentran ftalatos?

La polémica alrededor de los ftalatos se basa en la investigación de varios estudios, que identifican daños en la salud humana por contacto con este material.

El problema se agrava debido a que los ftalatos están presentes en muchos objetos que utilizamos y tocamos diariamente. Entre ellos se encuentran muchos juguetes que usan los niños e incluso algunos chupetes.

De forma general, podemos encontrar ftalatos en estos productos:

  • Adhesivos.
  • Alfombras.
  • Bolsas de plástico.
  • Botellas y envases de alimentos.
  • Cepillos de dientes.
  • Cortinas para el baño.
  • Cosméticos y productos de cuidado personal.
  • Dispositivos médicos.
  • Juguetes, chupetes, mordedores.
  • Llantas.
  • Mangueras.
  • Manteles y hules.
  • Pinturas.
  • Productos impermeabilizantes.
  • Tuberías de plástico.
  • Zapatos.

Sin embargo, la relación hallada entre los ftalatos y la salud, ha motivado que los países regulen el uso de estos materiales en buena parte de estos productos.

Por ejemplo, el Real Decreto 1114/2006 indica que ningún producto de puericultura, así como pañales, ropa de bebé o juguetes, entre otros, puede tener ftalatos que superen el 0,1% de su peso.

La Unión Europea también ha creado marcos regulatorios con los que controlar o incluso eliminar por completo el uso de ftalatos en determinados productos. Algunos de los que entran dentro de estas nuevas normativas son los siguientes:

  • Barnices.
  • Industria alimentaria.
  • Juguetes.
  • Pinturas.
  • Productos de consumo para niños.

Daños potenciales de los ftalatos

El hecho de que los ftalatos estén presentes en muchos productos que podemos tocar o utilizar habitualmente, ha hecho que la preocupación por sus efectos en la salud hayan sido investigados.

Entre los daños potenciales a la salud más importantes de los ftalatos, destacan los siguientes:

  • Puede potenciar la obesidad.
  • Reduce los niveles de hormonas sexuales en los hombres.
  • Altera la calidad del semen.
  • Acortamiento de la distancia anogenital en niños.
  • Resistencia a la insulina.

En cualquier caso, la influencia de los ftalatos en la salud depende tanto de la exposición sufrida como del propio organismo de cada persona.

Para poder hacer un análisis más efectivo, en la actualidad el procedimiento más habitual es una biomonitorización de los metabolitos de ftalatos en la orina. Con este análisis, es posible detectar la presencia de estos compuestos en el organismo del paciente e identificar qué efectos puede estar causando.