En la gestión de residuos, uno de los elementos que más beneficios nos ofrece es el llamado autocompactador de residuos o compactador de residuos, una máquina que ha transformado por completo el sector del reciclaje.
¿Qué es un compactador de residuos?
Un compactador de residuos es en realidad una máquina de gran potencia. Sirve sobre todo (aunque no de forma exclusiva) para compactar el residuo, reduciendo su tamaño y de esta forma permitiendo la entrada a mayor cantidad.
Esta maquinaria ofrece muchos beneficios en su uso, a nivel logístico y sostenible para la empresa de reciclaje.
Para empezar, mejora la distribución del espacio, al conseguir un ahorro considerable cuando compacta los materiales. Además, por la forma en que quedan, es mucho más fácil almacenarlos sin desperdiciar sitio.
También ofrece un uso eficiente de la energía, reduce las necesidades de transporte de los residuos y favorece una manipulación de los mismos más higiénica y segura.
Con la compactación de residuos también se mejora en la clasificación de los materiales y en los tratamientos que se pueden aplicar con resultados efectivos.
Todo ello ofrece un ahorro de costes a la empresa, un apoyo a la sostenibilidad y al medio ambiente y permite que el reciclaje siga evolucionando y alcanzando objetivos cada vez más ambiciosos en menos tiempo.
¿Qué tipo de residuos están permitidos?
Otro beneficio adicional de un compactador de residuos es la versatilidad en materiales con la que puede trabajar.
Por lo general se usa para basura, cartón, papel, plástico, madera, etc. pero su potencia es incluso apta para compactar las ferrosas a una rapidez que no puede igualarse con ninguna otra máquina.
Cómo funciona un camión compactador de residuos sólidos
Hoy en día la tecnología detrás de un compactador de residuos ha evolucionado muchísimo. Están presentes incluso en los camiones de recogida de residuos urbanos, aunque a simple vista no los veamos.
Gracias a ello, pueden optimizar el servicio de transporte de este tipo, reduciendo la necesidad de tantos vehículos y mejorando en los tiempos de recogida de residuos.
A la hora de funcionar, el residuo se deposita por la boca de entrada, que es precisamente donde se encuentra el compactador de residuos y toda su maquinaria.
Al pasar por esa boca, los residuos llegan a un plato prensor, una enorme plancha metálica que es empujada con la potencia de un motor para hacer el trabajo correspondiente.
El residuo se va acumulando en una caja de hierro. Una vez este espacio está lleno, cuando llega nuevo residuo, el plato prensor comienza a ejercer presión.
Así todos los residuos se comprimen, sin que aparezcan bolsas de aire y aprovechando al máximo el espacio disponible.
Como consecuencia, el espacio que ocupa el volumen del residuo será menor que si no se le hubiese aplicado esta presión con el compactador y se podrá incluir mayor cantidad en un mismo servicio.
Dependiendo de cada compactador de residuos, el material resultante estará disponible con una forma distinta, siempre pensando en la facilidad a la hora de almacenarlo o transportarlo a una planta de tratamiento.
