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La búsqueda de energías alternativas es constante y entre ellas la biomasa está cada vez más presente.

En este artículo te contamos en qué consiste esta materia, qué opciones energéticas nos ofrece y qué posición ocuparía como fuente de energía renovable.

Qué es la biomasa

Podemos definir la biomasa como una materia orgánica que podemos aprovechar como fuente energética.

De hecho, cuenta con una definición oficial establecida en la Directiva (UE) 2018/2011 por el Parlamento Europeo y del Consejo, relacionada con el uso de energía procedente de fuentes renovables.

Según esta definición, biomasa es la fracción biodegradable de productos, residuos y desechos, que tiene un origen biológico y que procede de actividades agrarias, de la silvicultura y de industrias conexas como la pesca o la acuicultura.

También entra dentro de esta definición toda fracción biodegradable de los residuos, entre los que se incluyen los que son industriales y municipales de origen biológico.

Biomasa y su energía

Por tanto, la biomasa es el resultado de la gestión de residuos orgánicos aprovechados para obtener energía. Normalmente su extracción de energía se obtiene mediante la quema de esa materia orgánica.

Es lo que también se denomina como valorización energética, que consiste en el aprovechamiento de residuos en energía. Esta energía además puede ser obtenida en forma de electricidad, de vapor, agua caliente, etc.

Dependiendo de las propiedades de cada residuo y de su tratamiento podemos obtener un tipo de energía diferente, de igual forma que podemos clasificar los tipos de biomasa disponibles.

Por un lado, tenemos la biomasa natural, que es la que produce la naturaleza, sin que haya intervención del ser humano.

Por otro lado tenemos la biomasa residual, generada por diferentes actividades en forma de residuo, que puede ser aprovechado para obtener energía.

Por último tenemos los cultivos energéticos, que son aquellos específicamente desarrollados para obtener de ellos biocombustibles.

¿La biomasa es renovable o no renovable?

Pese a sus características, hay dudas sobre si la biomasa se puede clasificar como un residuo renovable o no.

A nivel práctico, sí podemos identificar la biomasa como una energía renovable. Al fin y al cabo se aprovecha un residuo para la generación de energía.

Muchos de los residuos enmarcados dentro de las clasificaciones de biomasa no serían aprovechados si no fuera por su valorización energética. Por tanto, podemos confirmar que actualmente la biomasa sí es renovable.

No obstante, que un material sea renovable no implica que sea sostenible o que produzca una energía limpia completamente.

Por ejemplo, aunque se ha demostrado la efectividad de la biomasa cosechable para la producción de energía, su baja capacidad calorífica requiere ocupar muchos terrenos a esos cultivos.

En algunas zonas, esto puede crear un conflicto con los usos agrícolas a los que se podría destinar esos terrenos.

Además, tenemos que hablar de la emisión de CO2 con la quema de biomasa. Con la quema de este residuo se producen inevitablemente gases contaminantes como dióxido de carbono o el óxido de nitrógeno.

Sin embargo, sí se considera que la biomasa es un combustible no fósil neutro, ya que las emisiones que libera forman parte de la atmósfera actual, pues es el que absorben y emiten de forma continua las plantas. Una diferencia importante respecto al carbono presente en los combustibles fósiles que, si se produce la combustión, sale a la atmósfera.

Gracias a todas estas propiedades, la biomasa aumenta su papel protagonista en la generación energética de muchos países, entre ellos España.