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El robot ha recibido el nombre de Wall-B. Apoyándose en la combinación de tecnología de visión por ordenador en el estado de arte y de la robótica avanzada, este brazo robótico industrial incorpora un sistema propio de recogida de materiales que reconoce los residuos plásticos valorizables que se encuentra en la cinta transportadora de la cadena de reciclaje. 

Así pues, este clasificador de residuos permite la recuperación de material con valor económico de los flujos con volúmenes bajos y medios. Los materiales que podrán recuperarse gracias a esta innovadora tecnología, y que irán incorporándose en las sucesivas fases de desarrollo y ajustes, son:

  • PET:  tereftalato de polietileno, material sintético poliéster muy utilizado para envases de bebidas y textiles. Éste será el material en el que se concentrará la primera fase.
  • PEAD: polietileno de alta densidad, polímero termoplástico usado para la fabricación de envases plásticos desechables, tuberías, juguetes, etc.
  • Bricks
  •  Latas de aluminio

Este innovador sistema viene a complementar tanto a la maquinaria actualmente existente como al trabajo humano en estos procesos de clasificación de residuos. De esta forma contribuye al incremento de los porcentajes de recuperación efectiva de residuos, a un coste rentable, en la citada planta de tratamiento.

El robot Wall-B está especialmente indicado para realizar su trabajo en líneas con caudales de residuos medios y bajos, que se sitúen entre las 100 y las 500 toneladas al año, sobre todo en aquellos en los que la instalación de un sistema óptico no resulta rentable y la recuperación hecha de forma manual resulta muy cara. De hecho, la principal novedad y contribución de esta tecnología consiste en la automatización de tareas que ahora mismo son realizadas por operarios.

Entre sus principales beneficios se pueden destacar los siguientes:

  • Es un sistema no intrusivo, que se instala directamente en la cinta transportadora, que no necesita modificaciones, ajustes especiales ni paradas de planta.
  • Es flexible. Cambiando el algoritmo en el software puede recuperar otro tipo de materiales, sin necesidad de instalar otro hardware.
  • Modular. Cada robot es independiente del resto.
  • Adaptable. Su configuración se realiza dependiendo de las características de cada planta y del material que se quiere recuperar.

Utilizando el brazo robótico Wall-B, el Centro de Tratamiento de Residuos Ecoparc 4 va a poder recuperar, solo durante la primera fase, de forma automatizada, más de 125 toneladas al año de envases de plástico PET. Este material tiene un alto precio en el mercado, por lo que esta recuperación supone un rendimiento económico que se calcula por encima de los 50.000 euros anuales.

En las siguientes fases de desarrollo, Wall-B trabajará con PEAD, bricks y latas de aluminio.